Cómo se habla el paciente a sí mismo
Desarrollamos relaciones con nosotros mismos que son reflejo de las relaciones con nuestros primeros cuidadores. De hecho, el yo es un conjunto de relaciones[1]Butler, J. (2008). Vulnerabilidad, supervivencia. Conferencia pronunciada en Barcelona (CCCB), en Febrero de 2008. Nos miramos como fuimos mirados, nos hablamos cómo nos hablaron y hasta con las mismas palabras. No obstante, es posible recomponer juntos, consultante y TFI, aquellas difíciles experiencias primarias internalizadas.
Un recurso de utilidad
Uno de los tantos recursos[2]Lee más sobre recursos de conversación terapéutica en https://escuelaterapiafloral.com/holly-que-hacemos-con-el-enfado/ que integramos a la consulta es el de la atención a cómo el paciente se habla a sí mismo, vale decir: qué se dice, cómo se lo dice, en cuáles circunstancias, quién habla y a quien, qué función cumple ese discurso interno, y qué hacemos con esto.
Dediquemos unas pocas palabras a esta intervención terapéutica muy bien explicada por las terapias cognitivas (evaluación de las ideas y creencias, guiones, «patología» de rol, voces internas…), y reconocida por las terapias humanistas y relacionales (Psicodrama, Gestalt, Psicoanálisis) y por el sentido común, diría yo.
La primera aproximación a este tema la hice en el libro «Terapia Floral Integrativa», he escrito allí sobre las esencias florales correspondientes
Las personas pasamos buena parte de nuestro tiempo hablándonos a nosotras mismas. Podemos hacerlo con empatía, así es que las palabras que nos decimos sonarán amables, permisivas, condescendientes, activadoras: «Qué bien lo has hecho», «Venga, anímate!», «Cuánto has disfrutado ayer», «Has hecho lo mejor que pudiste hacer en ese momento», » Date otra oportunidad», «Todos nos equivocamos alguna vez», «No te tortures». O por el contrario, pueden ponernos la vida más difícil: «Qué mal lo has hecho», «Nadie te querrá», «No gustarás», «Eres un horror», «Eres un fracaso» «Algo está mal en ti». Las consecuencias son muy distintas en uno y otro caso: en el primero nos llenamos de energía, en el segundo nos quedamos sin ella. Por otra parte, detectarlas y nombrarlas facilita mucho la formulación floral. Las esencias florales se reconocen en el modo de hablarnos, esas voces son gatilladas por indicadores emocionales cuya procedencia y terapéutica están correctamente localizadas en la terapia floral.[3]Extracto del libro «Terapia Floral Integrativa. Recursos, actitud y valores en la consulta y la enseñanza de la Terapia Floral». Susana Veilati. Ed. Edaf, 2013. Pág.186.
La voz interior devaluadora y su exploración
Continuemos nombrándolas y veamos qué explorar a partir de allí:
- Son frases breves «Volverá a salir mal» «No te enteras» «Eres un desastre» ¿Cuál es el impacto emocional de decirte esto? Cuál es la sensación física? El sentimiento?
- Hay que escucharlas y colaborar a que el paciente se escuche decirlas justo cuando suenan que es cuando se reprocha, culpabiliza, avergüenza, exige o maltrata de algún modo. ¿Qué sensaciona y siente mientras así se habla?
- Son un diálogo, por lo tanto, una polaridad en conflicto ¿Cuál es la polaridad?: ¿a quién dentro de ti mismo le dices «Eres un desastre»?
- Son introyectos, mandatos sistémicos, identificaciones ¿Cómo se imprimieron en el paciente? ¿Quién te hablaba así? Con lo que sucedió nada podemos hacer, pero sí con lo que tu haces con eso que fue: la forma adoptada de hablarte a ti mismo.
- Responden a un ideal de lo que deberías ser. Una suerte de tiranía interior ¿Cuál y cómo es?.
- Tienen una función, generalmente de protección de algo aun más doloroso ¿de qué? ¿A qué le da solución cuando se habla de este modo? ¿Qué evita?
- Los modos devaluadores de hablarse a uno mismo desaniman, desmotivan, interrumpen el «ir hacia lo que necesito o quiero» ¿Cómo es esto en él? ¿Qué acciones interrumpe y en qué punto?
- Revelan necesidades que hay que escuchar y atender ¿Cuáles necesidades? Normalmente de seguridad. ¿Cómo atenderlas de un modo que no sea devastador?
- Señalan muy directamente hacia esencias florales que desarrollan una virtud (fuerza, vigor o valor, según la RAE).
Daremos las esencias que resulten de todo ello para pacificar desarrollando la virtud opuesta y promover los 7 estados de la curación, que son 7 estados de auto-apoyo.
La esencia floral que se ajusta a dicha voz actuará amplificando la conciencia del mal que me hago cada vez que me hablo de ese modo, impulsando el desarrollo de una voz opuesta, amable, en concordancia con la virtud que desarrolla cada esencia.[4]Extracto del libro «Terapia Floral Integrativa. Recursos, actitud y valores en la consulta y la enseñanza de la Terapia Floral». Susana Veilati. Ed. Edaf, 2013. Pág.186.
Nuestra propuesta es la de enseñar a conversar terapéuticamente apoyándonos en los 7 estados de la curación. Y la cuestión de cómo se habla el consultante a sí mismo, es una de las tantas herramientas que forman parte de la batería de recursos en la TFI destinados al acompañamiento -en consulta- del dolor del cliente.
Gracias por tu amable atención. Susana Veilati. Terapeuta Floral Integrativa
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Notas de página
↑1 | Butler, J. (2008). Vulnerabilidad, supervivencia. Conferencia pronunciada en Barcelona (CCCB), en Febrero de 2008 |
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↑2 | Lee más sobre recursos de conversación terapéutica en https://escuelaterapiafloral.com/holly-que-hacemos-con-el-enfado/ |
↑3, ↑4 | Extracto del libro «Terapia Floral Integrativa. Recursos, actitud y valores en la consulta y la enseñanza de la Terapia Floral». Susana Veilati. Ed. Edaf, 2013. Pág.186. |