Cuarentena y esencias florales: desde México

Por Ruth Castañeda. Terapeuta Floral Integrativa.

Quiero hablar a cerca de la cuarentena por el Covid19 y cómo está siendo mi experiencia desde México.

En mi país puedo notar una amplia gama de sentimientos y de ideas a cerca de todo esto que se vive. Algunos lo transitan con incredulidad, otros desde la negación o desde el miedo y el enojo.

En diciembre, cuando aún permanecía el virus en China, no quise creer que también en México sucedería.

El miedo al contagio

En México, la pandemia y la cuarentena se experimentan de distinto modo de acuerdo con la zona geográfica, desconozco si en otros países suceda de manera similar. En el centro del país la gente, a pesar de las circunstancias, se esfuerza por continuar con su vida cotidiana; sin embargo en el norte, que es donde vivo actualmente, es diferente, se experimenta mucho miedo. Miedo a ser contagiados.

Pero, cómo me siento yo en medio de todo este fluir de sentimientos e ideas a cerca del virus y la cuarentena? Bueno, desde el inicio sentí temor, no de contagiarme y morir sino miedo de las repercusiones macro y micro económicas que pudiese haber en todo el país.

La televisión y los diarios se han encargado de reeducar e instruir a cerca de las medidas sanitarias y también se han encargado con mucho esmero de ejercer terrorismo psicológico y una especie de locura donde todo cuidado es poco y todo cuidado es excesivo, depende de quién lo diga y de quién se diga.

La cuarentena pareciera ser la prueba fehaciente personal y grupal, de una realidad distinta que cuesta integrar a nuestras vidas cuando se la ve de lejos. Es el punto obligado de entendimiento de una situación que ya no se puede soslayar, por mucho que no queramos mirar porque, independientemente del tinte que le pongamos (epidemia, guerra biológica, castigo Divino, control poblacional, etc) ahí está, finalmente presente en la vida cotidiana, íntima, personal.

El terrorismo psicológico

Con miedo, más que a la enfermedad o la muerte, a las repercusiones macroeconómicas, un poquito las personales y un mucho las que habrá y que ya hay en mi país. Me preocupa la gente que vive al día, la que tiene que dejar de trabajar sin recibir un pago o sin tener un ahorro.

He sentido indignación por el terrorismo psicológico con que se manejan los medios televisivos y los diarios que más que ayudar, saturan del problema e infunden miedo a la población. Es un martilleo constante donde el argumento es: “Mantén la calma” pero el discurso subyacente es “Ten miedo, ten mucho miedo”.

He pensado, planificado, administrado, comentado, y buscado diferentes ópticas de la situación lo cual provocó que al inicio de la cuarentena me sintiera increíblemente saturada de información, así que decidí parar todo ese ruido mental e incrementé mis tiempos para la meditación, el estudio y me preparé una fórmula de esencias florales.

Debido a que por la noche la calle está desierta, he vuelto a ver con frecuencia a las lechuzas y he tenido la suerte de escuchar su imponente y hermoso ulular mientras vuelan. También escucho el encantador ruidito corto y agudo que hacen los murciélagos polinizadores. Me deleita y lo agradezco.

En estos momentos sigo preocupada por el devenir de México. Cómo y con qué nos quedaremos cuando salgamos del punto más álgido?

Qué y cuánto habremos aprendido?

Qué conservaremos como nuevos modos de estar en el mundo?

Las esencias florales

En cuanto me sentí saturada, enojada, indignada y preocupada, me preparé una fórmula floral con Mimulo, Holly, Castaño blanco (White Chestnut), Eneldo (Dill) y Nogal (Walnut).

Durante esta semana que casi termina, he experimentado también cierta sensación de estar conectada con los demás, no es algo que piense, más bien es una sensación sutil y continua, como una nota de fondo.

Ruth Castañeda Bernal es Terapeuta Floral Integrativa

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Reside en Torreón, Coahuila, México.

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