CUARENTENA Y ESENCIAS FLORALES: DESDE COLOMBIA

Por Carolina López. Terapeuta Floral Integrativa.

Hoy escribo.

Hoy escribo para ti cobijada por dos fuerzas, alegría y tristeza. Sí… las dos, cada una con sus matices, cada una con sus sensaciones físicas; por instantes una más protagonista que la otra, pero igual en coexistencia. Hago uso de ellas para bucear dentro de mí ser y aprovechar esta oportunidad para reflexionar y mirar dentro de mi territorio emocional y mental sobre ¿qué es lo que percibo sobre estas circunstancias actuales por las cuales atraviesa nuestra humanidad y nuestro planeta?

En nuestro querido país

Hablando del territorio que habito, En Colombia nuestro gobierno declaró aislamiento obligatorio desde el martes 25 de marzo. Ese día en Colombia había un total de 470 casos confirmados de Covid 19 según cifras del Ministerio de Salud y protección Social. Para esa fecha mi familia y yo ya llevábamos 10 días de aislamiento preventivo pues todos estuvimos de acuerdo en que por responsabilidad social debíamos “guardarnos en nuestro hogar” para empezar a aportar desde nuestro cuidado propio con el cuidado de nuestros semejantes. Parece insignificante pensar que ese pequeño acto hubiera tenido algún impacto en una situación de escala mundial. Pero lo tuvo, por resonancia varios de nuestros vecinos, amigos y familiares cayeron en cuenta que ser útil en esta situación significaba usar el recurso del aislamiento en casa para mitigar el impacto de contagios.

Lo duro y lo amable

Por otro lado, quiero mencionar también que es un privilegio poder quedarse en casa. No todos los ciudadanos de nuestro país pueden hacerlo. El tema de escasez económica ahonda en muchísimos sectores en pequeñas y grandes ciudades y el infortunio de no

Cattleya Trianae. Orquídea, flor nacional de Colombia

contar con una solvencia económica que les permita llevar alimentos y sustento diario a sus familias no permite que se resguarden pues es vital para ellos salir a conseguir su sustento diario. La economía se está colapsando y este impacto ha sido vivenciado desde diversos escenarios que van, desde la difícil vivencia de un trabajador informal, hasta la del dueño de una gran empresa.

El lado amable de esta situación se puede observar en la calidez humana y el profesionalismo de los trabajadores del sector de la salud, nuestros campesinos que cultivan la tierra para abastecer a toda una nación, las señoras que operan en los servicios de limpieza sanitario, los religiosos que desde su creencia intentan llevar fe y esperanza a sus fieles, los celadores, policías, terapeutas, psicólogos, maestros, padres de familia…etc. El capital humano que tenemos en nuestra nación es invaluable. Estamos unidos cada quien desde su quehacer para hacer que salgamos adelante. Cada persona con la que he tenido contacto virtual está motivada por ponerse al servicio en sus contextos diarios.  Somos conscientes que es una situación en donde la vulnerabilidad está a flor de piel, la tristeza también, pues el impacto de la vivencia personal y colectiva trae muchas consecuencias una de ellas, paradójicamente es que desde ahí, desde esa vulnerabilidad y tristeza estamos más libres que nunca, nuestro actuar se vuelve aun más solidario, empático y tenemos la oportunidad de ser sembradores de virtudes y de compasión con nosotros mismos y nuestros mundos cercanos.

Foto: profesionales sanitarios en Colombia. Fuente: colombia.as.com

Estamos ante una situación que muchísimos no habíamos vivido y por esto sabemos que aunque la adversidad toco a nuestra puerta esta debe ser atendida con una mirada de asombro que permita que elaboremos aprendizajes a través de ella. Me siento muy afortunada de tener la posibilidad de compartir espacios nutritivos con personas cercanas a mi corazón, mis colegas, compañeros de estudio, amigos, familiares. Han sido un bálsamo en estos momentos. Hacen que me dé cuenta que es vital tejer vínculos, relaciones y espacios de conexión que hagan las veces de reyes de apoyo. Siento que es un estimulo crucial en situaciones como esta que vivimos actualmente.

Desde el hogar

Desde mi hogar hemos vivido la cuarentena con una diversidad de emociones que han ido llevándonos por un transitar por etapas, casi que como en un duelo. En un primer momento en Enero cuando los noticieros reportaron la crisis que comenzó en China sentimos que eso no podía pasar aquí en nuestro país. Era improbable. Luego cuando se supo de los primeros contagios, nos vino el enfado… como era posible que no hubiéramos hecho nada al respecto? Tal vez si…… y un sinfín de explicaciones, luego cuando tomamos la decisión de aislarnos preventivamente por supuesto que hay tristeza, se siente la perdida de la libertad en cuestiones de movilidad, ya no somos “libres” de andar por donde queremos. Algunos veces ponemos resistencia, llevar esto al cotidiano sin duda es retador creo que es una experiencia que necesita ser abrazada desde el permiso y la creatividad. Si permiso de sentirnos como nos sentimos. Cero expectativas. Si hay energía para hacer algo hacerlo y si por el contrario hay más bien necesidad de quietud pues abrirnos ese espacio de no hacer nada. Ser, sencillamente ser en ese espacio íntimo entre el sentir propio y el cosmos.

Hoy es el día 30 de aislamiento en nuestro hogar, estamos moviéndonos a través de la fluidez, usando recursos personales y familiares para transitar cada día como si fuera el único (en continuo aprendizaje, siendo aprendices de la vida cada día).

Hacer presencia

Presencia y vida son palabras me repito constantemente. Se necesita atención para llenar de presencia la vida que nos habita. Eso ha hecho que este viviendo cada instante como el único que en realidad existe. Conectar con gente que te impulsa a cultivar fe, fortaleza y certeza ha sido un regalo maravilloso, pues cada quien desde su cajita de herramientas comparte dones que resuenan muy profundo en mi Ser.

Ernst Haeckel (1834-1919). Trochilidae

Una cuarentena en aislamiento físico pero en conexión personal, familiar y mundial que hacen que cada día se tenga un propósito. El mío ha sido cuidarme, atenderme, observarme, para así poder servir a mis seres queridos. Mi única intención en este momento es escribir para ti. No tengo idea que pasara en un par de semanas ni en unos meses, puede que las cosas mejoren o empeoren sin embargo estoy segura que como humanidad estamos atravesando una cuarentena reparadora. Algo así como las cuarentenas que hacemos las mujeres que hemos dado a luz maternalmente. Después de recibir a nuestros hijos aquí en esta Tierra nos cuidamos durante 40 días, a esta época se le llama medicamente el puerperio, hoy me gusta más el significado que cobra para mí la cuarentena pues es un espacio en el tiempo en el que te cuidas, cuidas de tu recién nacido, armonizas dinámicas familiares, estas como en cámara lenta permitiéndote explorar, atenta  y presente para esa nueva vida que llega a compartir contigo. Es un momento reparación física, mental, emocional, es un alumbramiento como madre, como cuidadora, como sabedora de prácticas ancestrales que te conectan con tu energía dadora de vida.  Así mismo nuestra madre naturaleza, nos honra con este tiempo de cuarentena para que la ayudemos a repararse, a nutrirse, a tomar un respiro que permitirá que bajo su abrigo   alumbremos nuestra conciencia y nos demos cuenta que existimos solo cuando aprendemos a relacionarnos equilibradamente con nuestro entorno. Nuestro hogar.

Las esencias florales
Water Vaiolet
Water Violet, Flor de Bach

Formula floral “pacificar” (como primer paso terapéutico floral): Rescate (Rescue Remedy) + Nogal (Walnut), Castaño dulce (Sweet Chestnut), Pino (Pine), en aspersión, sobre personas, lugares de la casa y jardines.

Violeta de agua (Water Violet) y Preparación fluvial “Amazonas” (contacto con nuestra madre naturaleza y todos los seres que la habitamos): 6 tomas diarias. 4 gotas sublinguales.

Saludos cálidos y fraternales para cada uno.

Carolina López es Terapeuta Floral Integrativa

Datos de contacto:

Correo: carolina_lopezs@yahoo.es

Instagram: @carolina_lopezs