Nuestra muerte
Me interesa nuestra muerte, mi muerte y la del otro, sentir el sentimiento de que me voy a morir, de que todos nos vamos a morir, todos los que hoy me estáis leyendo y los que no, y vuestras familias, y la mía. Y darme cuenta de cómo este sentimiento me hace mejor persona.
En pocos días daré un seminario on line sobre el duelo, así es que mis pensamientos y sentimientos están en la muerte propia y ajena.
El primero que me hizo sentir mi muerte fue el padre Arnaldo Pangrazzi, camilo y profesor de Pastoral, de quien hace años recibí sus enseñanzas. Pienso en las personas a las que acompañé hasta el momento de su muerte a lo largo de 30 años de oficio… Ahora mismo estoy viendo sus caritas, son inolvidables, hay algo sublime en el que sabe que su muerte está al caer. Y pienso, también, en todas esas otras personas que, sin morirse, se van a diario junto a sus muertos queridos. Sí, he visto dos tipos de muerte: la muerte definitiva y la muerte en vida. Me interesan ambas, profundamente: «La persona crece en la medida en que acepta creativamente el principio de la separación y de la pérdida como condición necesaria para vivir», dijo Pangrazzi.
Susana Veilati
Imagenes: El día de la Muerte, de William-Adolphe Bouguereau (1825-1905).